Grotta di Fumane (Italia), es uno de los yacimientos de estudio dentro de ERC-SUBSILIENCE, proyecto dirigido por EvoAdapta, que analiza las causas de la desaparición de los Neandertales en el sur de Europa. Liderado por la Universidad de Cantabria y la Universidad de Ferrara, Subsistence of early anatomically modern humans in Europe as evidenced in the Protoaurignacian occupations of Fumane Cave, es el nuevo artículo publicado en la revista científica Scientific Reports. El estudio lo firman los investigadores del proyecto SUBSILIENCE, Ana B. Marín-Arroyo, Gabriele Terlato, Marco Vidal Cordasco y, el director de la Cueva de Fumane, Marco Peresani.
El norte de Italia es una de las primeras regiones europeas donde se documentan los primeros humanos modernos. En esta investigación, se presenta el régimen de subsistencia adoptado por los grupos protoaurignacianos en dos niveles diferentes de la cueva de Fumane a partir de datos arqueozoológicos. Las nuevas fechas de radiocarbono confirman un solapamiento entre las ocupaciones Uluzziense y Protoaurignaciense, en torno a 42 y 41.000 cal BP que, revelan que los humanos modernos ocuparon la cueva desde GI10 hasta GS9, coincidiendo el último nivel con el Evento 4 de Heinrich.
Los datos indican ocupaciones estacionales del yacimiento durante finales de primavera/verano y que la explotación de las presas se centraba sobre todo en cabras montesas y rebecos, abatidos en zonas cercanas. El conjunto de la fauna sugiere la presencia de los primeros humanos modernos en un entorno frío con paisajes abiertos y bosques dispersos. La estimación de la productividad primaria neta (PPN) en Fumane, en comparación con otros yacimientos italianos contemporáneos, refleja cómo las fluctuaciones de la PPN en la zona prealpina, donde se encuentra Fumane, afectaron a los recursos bióticos en contraste con los yacimientos mediterráneos conocidos.
Desde una perspectiva paneuropea, la fluctuación espacio-temporal de la PPN frente a las estrategias de subsistencia adoptadas por los grupos protoaurignacienses en el continente, apoya la rápida dispersión y resiliencia de Homo sapiens en un mosaico de ambientes que se vieron afectados por importantes cambios climáticos.